sábado, 19 de diciembre de 2009

Impresiones de Juventud

La juventud, ese ansia profunda del hombre, aquello que anhela cada segundo de su vida y en lo que ha invertido gran parte de ella, esa recóndita fuente cuya emanación haría feliz a los numerosos seres misteriosos que abarrotan clínicas para hacer invisible la mano del tiempo, ¿es realmente tan hermosa?

Yo, hoy día, y desde hace ya algunos años me hayo inmersa en ella, y ciertamente es una etapa muy extraña, hay personas que intentan unificarla, otras descalificarla, compadecerse… y nosotros, sus enfermos, no tenemos ni armas para defendernos y aunque las tuviésemos, la lucha por la supervivencia en la que se ha convertido no nos permitiría hacerlo; batallas campales en los institutos, continuas competiciones por salvaguardar las ocultas tradicionales apariencias, y esto, arrastrando las cadenas de un puzzle social que no encaja.

Cada temporada miles de locos adolescentes invaden las televisiones bombardeándonos con imágenes de ellos borrachos, drogándose…cerca, muy cerca del coma etílico y de la sobredosis, sin embargo esto no es lo más grave, drogaos si queréis, pero es que la única aspiración que parecemos tener de unos meses a esta parte es: “pillar”, tomarnos la pastilla del día después y abortar. Y es deprimente que esta sea la imagen que estamos dando, es peor aún, no es solo una imagen. En un instituto cualquiera encontramos al grupo “guay”, que no es como el de las películas americanas el de los deportistas y las animadoras, sino el de los repetidores, drogadictos, acosadores y sus respectivas “chonis” que acabarán embarazadas sin prácticamente terminar su desarrollo, también está el grupo de los “freaks”, esos misteriosos chicos que viven en una realidad virtual, víctimas de los primeros y sin capacidad de respuesta, los muy materialistas, aquellos que sus padres compran el tiempo que no les dan con dinero y que seguramente se lo acabaran gastando en alguna droga dura, los pijos, que ahora quieren volverse “hippies de marca”, los “cualquier causa es buena para manifestarnos, aunque no sepamos de que va”, la intención es buena, pero a los demás nos dejan como auténticos imbéciles, los "sectarios", grupos de amigos cerrados de los que nadie sabe si se puede entrar o salir, porque nadie nunca lo ha hecho, y los normales, que también los hay, pese a ser una especie en peligro. ¿Muy dramático? Y qué esperabais si a las niñas les vendéis como prototipo de hombre a un narcotraficante ¿o ya nos hemos olvidado del Duque? De qué valen las campañas contra los malos tratos, si lo que pretendéis que adoren es a un mafioso que humilla a las mujeres, de qué vale decirle a los niños que estudien, si a CR9 le pagan noventa y cinco millones de euros y es más conocido y prestigioso que cualquiera que sepa como curarle la famosa lesión del ligamento cruzado, cómo vamos a decirles que hay que ser educados y utilizar el diálogo ante cualquier conflicto, si por la tarde le ponemos “Sálvame”…

Pero bueno, como he dicho, también hay un sector normal, un colectivo que cursará sus estudios superiores, que ya es difícil viendo cuando ves que a un joven trabajador de tu edad se le trata como a un adulto y a ti, estudiante, como a un niño, se echará una novia y buscará un trabajo de nueve a dos, aunque no le guste, pero que este bien pagado, que al fin y al cabo es lo que importa, y sí con él contribuye a la decadencia del mundo, a que exploten a seres humanos al otro lado de la Tierra…qué más da, que se preocupen otros. Es decir, lo mejorcito de nuestra sociedad, será gente sin más aspiración que salir del paso, una masa conformista, gris, muda y viva por defecto.

Es muy trágico, porque es fruto de un error sistémico de la sociedad, nadie hace nada para ponerle fin y somos los futuros dirigentes del mundo. No es dramatismo, pero no tiene ningún sentido que los adultos os quejéis por el monstruo creado y sigáis sentados en el sofá. Es muy difícil ser joven, porque ante ti se abren millones de posibilidades, muchas de las cuales desconoces, y andas por andar entre tinieblas sin saber ni siquiera quién es quién ocupa tu cuerpo. He ahí la importancia de los padres, sino ibais a querer haceros cargo, era simple, no haberlos tenido... He ahí la importancia de los profesores de colegio, instituto o universidad, somos masas moldeables todavía, ayúdennos a definirnos, podemos ser ciudadanos auto responsables y críticos…He ahí la importancia de un juez de menores, no somos adultos, pero tampoco tontos y sabemos responsabilizarnos de nuestros actos, estamos aprendiendo, enséñenos… Aparentemente tenemos mucha importancia, muchos derechos…pero los niños y la juventud somos un colectivo muy olvidado, nos dais una chuche y a dormir.

Esto no es una pataleta, pese a todos los defectos que ya he citado, somos seres inteligentes y podemos evolucionar.

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